Lo de Marly Hernández son los ritmos fuertes y lo supo desde que estaba en el vientre de su mamá.

“A mí lo que más me gusta es la tambora y esos sonidos que te hacen estremecer. Cuando yo estaba pequeña y escuchaba una tambora a mí me revolteaban mariposas en el estómago y es la hora y las sigo sintiendo”, dice con una amplia sonrisa la bailarina profesional.

Mary se describe como una mujer guerrera y alegre, que defiende la danza y las manifestaciones del Caribe a capa y espada, pues se siente orgullosa de haber nacido en un territorio tan rico en cultura.

“Mi baile preferido es el baile negro, el mapalé. De hecho, todo lo que son danzas negras me fascinan”, agrega.

En su casa le enseñaron desde muy pequeña a tener sus propias cosas y en el ámbito empresarial no fue la excepción.

“Yo siempre quise tener mi propio negocio pero no podía empezar sin tener las bases”, cuenta. Por eso, mientras estudiaba Licenciatura en Artística en la Universidad del Atlántico y se hacía técnico en Danza comenzó a trabajar en jardines infantiles y antes de terminar sus estudios ya tenía su escuela de danza.

En 2004 nació Marly Hernández Dance Studio diagonal al Colegio Sagrado Corazón de la calle 74, en un pequeño garaje de un jardín infantil y en 2005 la terminó de constituir con un espacio propio.

“Lucy Tamayo me arrendó el espacio en donde solo cabían seis niñas”, recuerda.

Hoy, gracias al esfuerzo y dedicación, Marly cuenta con más de 80 niñas entre los 2 y 12 años de edad y un espacio más grande y al que orgullosamente llama “propio” ubicado en la carrera 43 número 95 - 73.

“Yo les enseño a mis niñas todas las danzas que representan a Colombia. Aquí reciben lecciones de ritmos de la Orinoquía, Pacífico, Andinas; ritmos modernos y ritmos de otras partes del mundo, porque también como coreógrafa tengo que estar al tanto de los sonidos modernos”, explica.

Para el 2016, su meta es abrir abrir un espacio en el que reciba a jovencitas de los 13 años en adelante, para que continúen con su formación artística.

Mary recalca que lo que más le gusta de su trabajo es la inclusión y el sentido de compromiso que les inculca a sus estudiantes.

“Aquí no hay clasificación de estrato social, simplemente la niña que esté interesada puede venir aquí con su papito y su mamita e inscribirse. Yo tengo niñas del norte y del sur y todas conviven y son muy buenas amigas. Lo único que yo les pido a ellas es disposición para el trabajo”, puntualiza.

A donde Marly Hernández no solo se va a “bailar, brincar y disfrutar”, como ella dice. La palabra disciplina es vital para las niñas que quieran hacer parte de su estudio de baile.

“En esa parte soy muy exigente. La niña tiene que venir con su uniforme, con el calzado adecuado, su peinado, sus implementos. La idea es enseñarles la responsabilidad, el uso adecuado de sus implementos, la disciplina y los tiempos”, resalta.

Los eventos de Marly Hernández

Durante todo el año, la barranquillera trabaja para diversos eventos que se realizan y monta coreografías con hasta 150 niños. También durante el Carnaval montando coreografías para algunas agrupaciones y preparando también las de su escuela.

Más teatro

Los planes a futuro de Marly son implementar un poco el teatro en su compañía y hacer de sus niñas seres más integrales. Además, ensayos abiertos a los padres para que ellos sepan en qué andan las niñas  y se sientan orgullosos.

“Vamos a hacer un pequeño experimento con las niñas con el teatro. Una pequeña comedia con temas muy específicos, casos como el matoneo y el manejo de la tecnología como el WhatsApp, Facebook y otras redes”, finaliza.

La idea de la coreografía es que cada una de sus estudiantes se sienta como ella: seguras y autónomas.

Para mayor información sobre la escuela de danza de Marly Hernández, la pueden seguir en sus redes sociales Marly Hernández Escuela de Danza, en Facebook y en la línea 320 5158768.